viernes, 19 de septiembre de 2008

1.976-1.998


Esta semana he leído una noticia que me ha dejado de piedra. Dentro de unos días hará diez años del asesinato de un chico gay en Estados Unidos. El 12 de Octubre de 1998, el chaval de la foto estaba en un bar gay de Wyoming, cuando 2 chicos se lo llevaron mediante engaños a un descampado, donde tras ser salvajemente torturado, fue abandonado. Estuvo 18 horas solo, bajo gélidas temperaturas. Finalmente, fue encontrado gravemente herido y, tras varios días en el hospital, falleció.
El asesinato fue un revulsivo entonces, porque la muerte de Matthew Sheppard abrió un debate sobre la legislación contra los crímenes por prejuicios en Estados Unidos. Al leer la noticia, me he dado cuenta de que ni remotamente me acordaba de este suceso. Echando la vista atrás, en 1998 yo estaba acabando la carrera y ni siquiera era consciente de muchas cosas. Sabía que había gays, pero no pensaba que yo fuera uno. Sólo pensaba en el examen del día siguiente. Tan enfrascado estaba en los estudios… Las cosas han cambiado, la vida pasa. En 1998 yo tenía 24 años. Este chico sólo 21.Yo desde entonces he vivido muchas cosas, sobre todo de descubrimiento personal, sobre quién era yo realmente aparte de lo que se esperaba de mí. Y con todo ello han venido amores, algún que otro desengaño, y buenos amigos…. Pero no puedo evitar compararme con este chico que fue noticia en el mundo va a hacer ahora diez años. He leído cómo su madre relata que cuando le recogieron medio congelado, tenía toda la cara llena de sangre, a excepción de unos surcos que partían de los ojos, que era por dónde habían corrido las lágrimas. Miro su foto. Me parece muy guapo. Está mirando así como de lado, sonriendo a algo o a alguien. Como se sonríe a los 21 años. Ahora miro la foto del descampado. La valla a la que fue atado y abandonado a la intemperie. Pienso en cómo debieron ser esas 18 horas solo. Y no puedo ni imaginármelo. No quiero.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Mes y medio en blanco

Mañana vamos a la noche en blanco. Sí señor, este año voy y me desquito del año pasado, que no pude por estas fechas. Ese mes y medio en blanco que me pasé en septiembre pasado, con el culo en pompa todo el día por la fístula que me operaron...hombre por dios. Qué indigno. Ese mes y medio en el que escuché más la frase, "a ver, bájate los calzoncillos y muéstrame lo que tienes ahí" que en mi corta vida de amor libre. Momentos duros. Como cuando vino Fer a verme a casa, recién operado, y mi madre, mi madre que es como tres en una por lo que te cuida y se vuelca, y va y me dice, a ver Jaime, por qué no le enseñas el culete a tu amigo a ver cómo lo ve él. Y ese bajar yo la mirada humillado. Que no mamá, a mi amigo no. Y ella que sí hombre, no seas tonto. Y yo, que no mamá, que además es neumólogo, su especialidad no son los culos. Y ese momento traición, en el que mi amigo se alía con mi madre, sacando a ese pequeño cabrón que todos llevamos dentro, y dice, no Jaime, si lleva razón, si es una tontería...
Se dice pronto... Mes y medio en blanco. Ese mes y medio en que mi cuerpo se abandonó, tras un verano de deportes todo contento porque tenia un novio veraniego y estaba yo motivado a cultivar este cuerpo que, si bien es cierto (aunque esté mal que yo lo diga) es un cuerpo para el pecado que la naturaleza me dio, pero no es menos cierto que debo currármelo para superar lo que la gravedad y mis ensaladas de judías con tomate y atún a la hora de cenar tienden a hacerme. Y así fue que, tras ese mes y medio tumbado hacia abajo mirando con el tercer ojo al techo para que no se me reabriera aquello, tuve que volver a mentir, y a decir a la gente que no, que lo que veian en la zona del ombligo no era un michelín, sino mi abdominal inferior que de tanto trabajarla ya sobresalía.
A mí no me gusta mentir, pero a veces las circunstancias como que te fuerzan a ello...

domingo, 7 de septiembre de 2008

¿Dónde se ponen estas flores?


Parece que estamos a vueltas con que la gente pueda llevar flores a sus seres queridos (padres, abuelos, etc). Dicen que no hay nada más terrible que no saber dónde se encuentran aquellos que un día se fueron de tu vida para no volver. Porque cuando eso pasa no se puede hacer el debido duelo para superar la pérdida, porque la incertidumbre de dónde estará, aunque tengas la certeza de que no respira, es demasiado turbadora.
Después de 70 años de tanta ignominia, algunos no se quieren morir sin saber dónde están sus seres queridos. Garzón ha admitido a trámite algunas demandas para saber dónde están aquellos a los que la barbarie quitó sus vidas, sus sueños, y su futuro.
Y a Rajoy lo mejor que se le ocurre decir es que así se reabren las heridas. Y yo que pensaba que para que una herida se reabra primero tiene que haberse cerrado, pero parece ser que no. Que saber dónde puedes llevar unas flores a aquellos a los que querías, y que a partir de un maldito día sólo pudiste volviste a ver, a escuchar, y a besar mientras dormías no es de justicia. A este señor le diría que para ser un buen político lo primero que hay que tener es un corazón bajo el pecho.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Congratulations

Leo en El País un titular que dice "El ex cura es su novio". Qué fuerte, pienso. Entro y habla de un tal Cliff Richard, cantante, que a sus 67 años confiesa que el ex sacerdote con el que vive es su novio. Hombre, digo yo que ya sería curioso que un ex cantante viviera con un ex sacerdote y que sólo rezaran.
Pero desde que el PP es ahora un partido de centro todo es posible.
Cliff dice ahora en su biografía que hasta estuvo a punto de casarse con 2 tías, pero que no le llenaban tanto como para dar el paso. Y es que "la fé" ya se sabe, tira mucho...Y como nunca es tarde si la dicha es buena: Congratulations!