Qué bien lo hemos pasado en Benicassim, en compañía más que agradable con los otros dos mosqueteros, esquivando dardos y pullas. 3 días dan para mucho: Valencia y su patética zona de ambiente (al menos lo que hemos visto), paella, asesinato de cucarachas no invitadas a la casa... Pero lo mejor: el momento baño con M. Fue meterse en ese mar, y salir por pies. Joder qué fría. Menos mal que uno tiene la lorza que le protege del frío, a lo foca. Dios, ¿por qué hiciste a la madre naturaleza tan sabia? Ya sabía yo que ese capilla tenía que tener alguna función biológica, aparte del impacto visual.
Y ahora para no perder comba, cenamos con los amigos que quedaron en Madrid. ¿Se puede pedir mejor plan para Semana Santa?
